Tenemos dos opciones fundamentales, podemos comenzar pensando en nuestro potencial interior (y lógicamente en el conjunto de limitaciones que debemos saber reconocernos para poder superarlas y liberar toda la capacidad que realmente tenemos) o podemos también comenzar pensando en el objetivo final. A mi me gusta mucho más esto último. La mayoría de las personas necesitamos una meta para ponernos a caminar, necesitamos objetivos que definan la dirección, y si simplemente se centran en todo aquello que tienen como potencial, pero tardan en definir el objetivo, suelen quedarse estancados y frustrados, y muchas veces terminan aceptando que el devenir de sus vidas no está dentro de ellos, no son ellos quienes lo marcan, sino que son agentes externos (la hipoteca, la factura, la relación, la ruptura... la situación laboral) los que dirigen.
Por tanto, centrémonos en los objetivos. ¿Qué quieres...( y aquí puedes poner... ser, hacer... tener... puedes poner el verbo que quieras)? ¿Estás pensando en eso?...¿no?... pues que sepas que ese es el error que comete la mayoría de las personas que se sienten insatisfechas con su vida, nunca piensan en los objetivos que quieren marcarse en su vida. Ah.. si... lo estás pensando... ¿Y no lo estás escribiendo?... pues que sepas también que de los pocos que piensan en sus objetivos, la mayoría no llega nunca a ponerlo sobre un papel, y curiosamente, son las personas que escriben sus objetivos los que posteriormente se descubre que han sido los que con en más porcentaje los han conseguido.

Reflexiona un poco sobre lo que quieres, define los objetivos siguiendo estos pasos, y ponlos por escrito. Habrás dado un nuevo gran paso adelante en la consecución de aquello que quieres. Dentro de muy poco analizaremos que capacidades tenemos dentro de nosotros para poder conseguir todos los objetivos que nos marquemos, uno tras otro.
Escrito para Capazitados.org: http://www.capazitados.org/index.php?nota=2519
(fotografia de definanzas.com)
Muy interesante Luisma, un abrazo.
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