jueves, 28 de julio de 2011

...Siip y sus sueños

Nuut también le decía que los
sueños se pueden hacer realidad

Siip pensaba que todo era una invención de los mayores. Que los sueños, aunque siempre te dan la oportunidad de enseñarte grandes lecciones para la vida, no podrían hacerse realidad. Le extrañaba que su amiga Nuut se lo dijera también, además él siempre reconocía cuando ella le gastaba bromas porque sus ojos brillaban de una manera diferente, y al final, tras ver la cara de desconcierto que le provocaban, acababa diciéndole la verdad. Pero esta vez no brillaban los ojos, sólo parpadeaban de vez en cuando mostrando esas largas pestañas de cola de pavo real. Pero no podía ser verdad. Él en sueños había volado, peleado con dragones, participado en batallas, descendido a los fondos marinos, disfrutado de una vida de estrella de cine y televisión…. No podía ser verdad. Sabía que no era verdad.
Un día le sorprendió verse en la portada de un cuento…o él pensaba que era él. El protagonista también se llamaba Siip y tenía una vida similar. Incluso los dibujos realizados por una tal Teresa tenían un sorprendente parecido con él y sus amigos. Cuando aquello le pasó, miró a su madre y ella no pareció sorprenderse. Sólo le dijo “vaya, ¡que coincidencia!”. La frase perfecta para que él dejara de preguntar, pero no para que su cabeza dejara de dar vueltas intentando encontrar algo más razonable que una simple casualidad; pero no hubo manera.
Eso fue extraño, pero hoy el día había comenzado con su padre en el coche diciéndole que esa noche habría cine familiar, y eso era casi tan extraño como lo del cuento. Nunca iban al cine los jueves. El viernes había que madrugar y si a la habitual pereza de Siip se unía una noche de cine, la mañana siguiente era toda una odisea hacerlo despegar de las almohadas. Pero su padre le dijo que estrenaban una película muy especial.
El día paso rápido y todos fueron encaminándose al cine, mientras Siip pensaba que si los sueños se cumplieran, él podría ir volando y así no tendría que aguantar las travesuras de su hermana, haciéndole cosquillas con una pajita de la Coca-Cola entre los dedos de los pies. Pero allí, amarrado en el coche, no tenía superfuerza para romper el cinturón y abrir un agujero en el techo… ¡y además eso le haría ganarse una buena bronca de sus padres!
En la puerta del cine había mucha cola y cientos de niños agolpados con sus padres. Parece que había un estreno de dibujos animados que habían levantado mucha expectación en el pueblo. Mientras esperaba, Siip pensaba lo genial que sería convertirse en actor, eso no podía ser tan difícil como volar y también permite vivir miles de aventuras diferentes, convirtiendo muchos de los sueños en realidad. La cola fue entrando lentamente, y justo cuando giraban hacia la taquilla había una imagen de cartón frente a ellos. Un chico moreno, con gafas, y una pose divertida lo miraba fijamente. El corazón le dio un vuelco y a duras penas consiguió leer bajo la imagen: Gran Estreno “Siip y los secretos de la vida”.

3 comentarios:

  1. qué crack eres!!!!no dejas de sorpendernos....adoro a Siip ;-)

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  2. Qué buenas vibraciones me produce todo esto amigo. Qué tus sueños se cumplan, cómo los de Siip

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  3. Gracias chicos!!!... el día que esto explote (en el buen sentido que si no os pondré perdidos..jajaj) nos vamos a pegar una buena!
    Esta vez en el Surrrr....

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