
Y
si ese fuera el momento. Ese momento que esperábamos para tener nuestra gran
idea. Ese espacio de tiempo donde dejar la mente en blanco y conectar con ese
pobre cuerpo que nos acompaña siempre, a pesar de nuestra indiferencia. Esa
oportunidad de conocer a las personas, a esas personas anónimas que por el
simple hecho de llamarse así ya no merecen mucha más atención. Y si fuera el
momento que el destino nos ha ofrecido para cambiar nuestra vida… o quizá
estabas esperando a que ese momento fuera avisado con luces de neón para no
dejarlo escapar. No malgastes un segundo. Son todos igual de válidos. Las
experiencias que decidamos afrontar y disfrutar en esos momentos serán las que
además de válidos los harán especiales.
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