martes, 25 de octubre de 2011

... Ánclate a la felicidad

No hay demasiada diferencia en la manera en que vivimos situaciones que nos generan emociones tan encontradas como la felicidad o la tristeza. Sin embargo, si que hay una gran diferencia en la forma en que revivimos esas situaciones y de qué manera los sentimientos que nos provocaron vuelven a nosotros. El ser humano tiene la habilidad de responder internamente a situaciones reales de idéntica manera que lo haría a una situación imaginada basada en recuerdos o en construcciones mas complejas realizadas, como si fuera un puzzle, a partir de trozos aislados de recuerdo y de emoción. Pero luego se ha podido comprobar que las emociones negativas quedan durante mas tiempo en nuestro cuerpo, puesto que hemos desarrollado a lo largo de los años "programas" internos que captan la emoción negativa y la hacen girar y realimentarse en nuestro interior; mientras que las emociones positivas provenientes de recuerdos o experiencias aparecen, mantienen un recorrido determinado, y salen de nuestro cuerpo dejándonos de nuevo vacíos de las sensaciones que nos había provocado.
Los anclajes son ejercicios conscientes que pueden practicarse para conseguir que los pensamientos positivos queden supeditados a un "interruptor" que nosotros podremos activar en cada momento. ¿ Imaginas poder decidir ser feliz o estar animado, o con confianza en un momento de necesidad y saber acceder a ese recurso dentro de tí como cualquiera de esos libros que se encuentran en el salón de tu casa? Es mucho más sencillo de lo que parece. Empieza por recordar aquella canción que siempre que oyes te pone de buen humor. Aunque no lo sepas, inconscientemente estás anclado a ella, siempre que la oigas serás más feliz sin darte cuenta. Esto es solo el principio.

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