sábado, 10 de diciembre de 2011

...amigos en las buenas.

Los amigos seguramente se ven de verdad en las malas ocasiones, pero es un placer inmenso tenerlos cerca en las buenas. Hoy en día estar cerca es una cuestión de intención, no de espacio ni tiempo. Aquellos que se han decidido por lanzar un mensajito, una llamada, un guiño virtual para alegrar una mañana de cumpleaños pueden estar tranquilos de haber conseguido su objetivo. Todos aquellos que lo hicieron antes y después, también. Los que no lo hicieron pero recordaron que ese día un amigo cumplía años unas calles más allá, o un océano más allá, que sepan que su energía también llegó, y fue convenientemente aprovechada. La vida se nutre de la energía que otros nos ceden amablemente, de la alegría que nos provocan, y de la satisfacción de saber que  deciden emplear un instante de su vida en acordarse de otra, sólo por que ese día un año más le cae en la cuenta.
Uno nunca sabe lo que hizo, ni siquiera si ya lo mereció o simplemente acaba de recibir la primera inversión de energía, esa que llega, insufla una descarga al espíritu y te deja en deuda. La deuda que un amigo puede sentir por otro sin ningún remordimiento. La deuda de hacerle sentir aún mejor de lo que éste le hizo sentir a él.

fotografia de http://elrenglontorcido.wordpress.com

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