lunes, 23 de mayo de 2011

...constancia

Hoy, tras las elecciones municipales y autonómicas, unos ganan y otros pierden, unos ríen y otros llevan cara de velatorio, pero hay muchas personas sorprendidas. Esas personas, valientes, decidieron que era el momento de demostrar que no vivimos tan bien, ni estamos tan acomodados, ni somos tan dóciles. Esas personas se lanzaron a la calle a mostrar su descontento y a dejar ver con claridad que la clase política y el modelo económico no los representaba y además eran los verdaderos culpables de una situación global caótica que suele ser el reflejo de muchos pequeños dramas personales
. Se movilizaron, se organizaron, mostraron un modelo de comportamiento donde la represión no tenía sentido (y menos en campaña electoral) y los dejaron actuar y hacerse notar. Esas personas, desde ayer por la noche están muy sorprendidas. Pensaban que el cambio motivado por su acción iba a ser global e inmediato. Pensaban que el lunes despertarían en un nuevo escenario, en una nueva política, en una nueva sociedad. Hoy ya no están sorprendidos, ha sido una noche larga que da para interiorizar la realidad. Hoy están desencantados, desilusionados... no dan crédito. Los fracasos suelen ser esas cosas que, normalmente tras mucho esfuerzo,  no salen como a tu interior le gustaría que salieran, y esa es la sensación de muchos, de esfuerzo en vano. 
Yo sólo les digo desde aquí que no recuerdo nada importante realizado sin constancia, sin esfuerzo continuado, sin pasos adelante cuando las cosas te animan a abandonar. Lo que muchos creían definitivo no es mas que una chispa, diminuta pero vibrante, que necesita ser alimentada con la constancia, con el combustible de la fe en algo que debe ser pero que queda muy lejos aún. La verdadera respuesta a todas esas ilusiones llegará dentro de un año, si su constancia lo permite. Si no, la chispa se apagará y quedará en la breve anécdota de un Mayo cualquiera.

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