lunes, 6 de diciembre de 2010

...invierno

Aún no queremos ceder, no queremos rendirnos,  pero el invierno está aquí. Llama a la puerta suavemente con gotas frías que empapan el ánimo y lo humedecen de nostalgia. Nos susurra toscamente que la playa dejó de hacernos levantar la cabeza para saludar al sol, y ahora nos obliga a subirnos el cuello del jersey, mientras recordamos con ternura aquellos recuerdos que calientan el espíritu. De vez en cuando nos rompe el sosiego de una tarde oscura con un trueno jadeante que persigue a su rayo, nos sobresalta y nos hace hundirnos un poco más en el sofá.
El frío no está hecho para la sangre caliente templada por el mediterráneo. Y reaccionamos. Buscamos retiros paradisíacos, huimos de la tempestad.  
Yo, sin embargo, prefiero quedarme y observar. Mirar desde el salón esas gotas de agua intentando alcanzarme, incansables, mientras yo las veo suicidarse contra la ventana y resbalar por el cristal. Disfrutar del milagro de la naturaleza, de la rebelión de las fuerzas, aquellas que intentamos controlar y devorar, pero que de vez en cuando, cada vez más a menudo, nos mandan mensajes de humildad con pequeñas demostraciones de su inmenso poder... que no sabemos escuchar.
La tarde pasa, la tormenta avanza y el clima gélido enfría mis pies... y un poco también el corazón. Con la misma calma de aquellos viejos alquimistas conocedores de mil y un remedios, yo voy en busca del mio, infalible: Bajo la persiana, enciendo unas velas y vuelvo al sofá. Ese sofá que no sólo alberga una manta que confortar mis pies helados sino también, al otro lado, unos ojos verdes y profundos,  una sonrisa sincera y un corazón inmenso y generoso que templa inviernos, enmudece truenos, aplaca lluvias  y sobre todo, insufla un  aliento cálido de felicidad que ilumina el más gris de los atardeceres. Bendito invierno.

3 comentarios:

  1. Precioso relato del invierno, a mi personalmente, también me gusta aprovechar la videncia interior que te dan esos días grises y lluviosos, un abrazo.

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  2. Toma ya. Me parece amigo que cada vez me va gustando más el invierno. Abrígate bien con esa manta y esos ojos verdes.
    Un abrazo.

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  3. :),
    TAN SENCILLO COMO ESO,...
    TAN COMPLICADO COMO ESO.

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