martes, 19 de abril de 2011

... el potencial ilimitado te espera

Hay un potencial ilimitado en nosotros. Este potencial, que está impoluto cuando nacemos, se va reduciendo conforme nuestra personalidad va "aceptando" las limitaciones que la sociedad, las personas que nos quieren, y sobre todo nosotros mismos nos vamos creando. Estas limitaciones de potencial sobre todo responden en lo más profundo a dos miedos básicos que sufrimos, dos miedos  psicológicos: el miedo al fracaso y el miedo al rechazo.
En el fondo, son esos "no soy capaz de hacerlo", "¿cómo voy a conseguirlo si ahí casi nadie llega?" que nos vamos diciendo, o también esos "es mejor que te olvides de ese proyecto, no vas a conseguirlo" o "¿ser astronauta?, eso es una tontería, dedícate a algo más realista" que nos dicen los demás, muchas veces con la mejor intención, pero coartando nuestras posibilidades.
Podemos llegar donde queramos. De hecho, llegaremos donde tenemos que llegar, sin más. Para ello es necesario marcar nuestros objetivos (ya hablamos de ellos en un post anterior... y aunque confío mucho en vosotros estoy seguro que ni el 2% de los que lo leyeron se paró a escribirlos... y creedme, es clave en el éxito; pero la experiencia dice que a menudo nos gusta escuchar claves para mejorar, pero nos cuesta mucho llevarlas a cabo) , y luego, como menciono en ese largo paréntesis, hay que hacer lo necesario para conseguirlo. Se dice que cuando uno está dispuesto a hacer lo que sea necesario para conseguir su objetivo, normalmente lo consigue sin tener que hacer tanto como imaginaba. Hace sólo un mes, Kobe Bryant, el mejor jugador de baloncesto actual en la NBA, ganador de muchos títulos y muchas veces reconocido como el mejor jugador de la temporada, hizo un partido horrible que llevó entre otras cosas, a la pérdida del partido. Estaba jugando en una ciudad que no era la suya, pero después de la charla de su entrenador, salió a la pista, vacía ya y con los limpiadores por las gradas como únicos espectadores, y estuvo mas de una hora tirando a canasta, en chandal, sólo. Un periodista le mandó un mensaje esa noche preguntándole por qué hacia eso, si era lo más normal tener una mala noche después de tantas noches estelares. Él le contestó con un sms que decía "yo quiero lo mismo que todos quieren, sólo que yo lo quiero más y estoy dispuesto a pagar el precio"
¿Simple, verdad? pues piensa en aquello que quieres hacer. Recuerda que tienes todo el potencial dentro para hacerlo y que si no lo consigues, será tu responsabilidad. ¿qué prefieres, triunfar o reconocer que en el fondo no lo deseas lo suficiente?

Escrito para Capazitados: http://www.capazitados.org/index.php?nota=2599

No hay comentarios:

Publicar un comentario