domingo, 4 de abril de 2010

...Sevilla desde lejos

Flores de azahar y aroma de romero. Humedad en las calles en una mañana de cielo limpio. Albero regado. Callejuelas en penumbra despertando a un nuevo día. Toldos que se despliegan saludando al sol.
Cola de caballo sobre cuerpo andaluz, ojos aceituna, piel de canela. Sonrisa pícara presentando la bondad del corazón.
Alboroto y gentío, bullicio de mercado árabe en el barrio de Triana, paseo por el Río y cervezas en la Plaza del Salvador.
Gente que condiciona su felicidad colectiva a un chiste, una mentira, filosofía de mesita y silla plegable en la tasca de toda la vida.
El retorno inmediato de la inversión de cada día, no existe largo plazo salvo en la amistad mantenida, en lo demás, se vive al día.
Te quiero con la locura del que no soporta tanto amor cada día y se aleja a recuperar la cordura que necesita. No vivo en ti todos los días y sin embargo, te alabo a los cuatro vientos reconociendo mi devoción por la tierra prometida.
No renuncio a que algún día, cuando los años domen ilusiones y emociones, que consiga vivirte cada día; recordando aquellos tiempos de avión, ajetreo y lenguas desconocidas mientras paseo por esas calles en Abril que, más que parecer bonitas, inyectan certeras en mí: ilusiones, pensamientos, alegrías.....la vida.

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